17 de enero de 2016

Asamblea Nacional aúpen el aumento del precio de la gasolina, pero que los bolívares se entreguen a los ciudadanos.

Yuval Noah Harari en "Sapiens, una breve historia de la humanidad", 2015 escribe: "Bajo las circunstancias adecuadas los mitos pueden cambiar rápidamente. En 1789 la población francesa cambió casi en un día, de creer en el mito del derecho divino de los reyes a creer en el mito de la soberanía del pueblo".

¿Porqué no aprovechamos las circunstancias tan adecuadas para dejarnos de creer en el mito del derecho divino de los gobiernos para decidir sobre las resultas petroleras legadas a Venezuela por la providencia, y le entregamos ese derecho directamente a los ciudadanos?
El Presidente Maduro le informo a la Asamblea Nacional sobre la necesidad de aumentar el precio de la gasolina comercializada en Venezuela… ése que de hace tiempo ni remotamente cubre ni siquiera los costos de su distribución…por cuanto “es una distorsión”. Es mucho más que eso. Representa un crimen económico de lesa humanidad. Los actuales revolucionarios de pacotilla, por miedosos y faltos de confianza, no se atrevieron hacer un solo aumento durante 17 años.
Pero miedo a protestas sí deberían tener, si de repente el país llegase a sospechar que los bolívares que obtengan de tal aumento, se estuviesen yendo por los desaguaderos de la ineficiencia, como Fondos de Misiones y Grandes Misiones, o en una vulgar corrupción.
Es el momento para que la Asamblea Nacional apoye un considerable aumento en el precio de la gasolina. Eso si, siempre y cuanto todos los bolívares resultantes se repartan entre todos los venezolanos en partes iguales, para así permitir que el valor de la gasolina quemada en contaminantes colas venezolanas, al fin se pueda traducir en alimentos, medicinas o en lo-que-me-da-la-gana-y-lo-necesito.
Pero el gobierno tampoco tiene porque quejarse. A mayor el aumento del precios, mayor será la reducción del consumo y del contrabando de extracción, y con lo cual mayores pueden ser las exportaciones de petróleo a quienes nos pagan. Y nadie puede dudar que todo dólar de ingreso adicional, es de vital importancia para Venezuela lograr mantener la cabeza sobre el agua, hasta que aprenda nadar sin el petróleo a precios altísimos.
Y cuando el país se de cuenta de cuán bien puede funcionar la entrega directa de recursos a los ciudadanos, entraríamos a un proceso verdaderamente revolucionario. Ése de librarnos para siempre de todas esas revoluciones chimbas que solo buscan imponernos caciques-relevistas, provenientes de ese sobrepoblado bullpen de quítate-tú-pa-ponerme-yos con que cuenta Venezuela.
La revolución de responsabilizar al ciudadano en lugar de encargar al cacique y sus caciquillos, sería la verdadera salida... ésa que significaría mucho más que un simple escape de lo bochornosamente malo… ésa que significaría una gran entrada a un mejor y gran futuro para Venezuela.

Noticiero Digital