9 de junio de 2015

Disculpa... pero como que Simón Bolívar fue el primero de esa larga cadena de “quítate-tu-pa-ponerme-yo” que nos tienen subyugados

Las riquezas del subsuelo son privilegio y monopolio del Estado venezolano. Simón Bolívar lo heredó de Carlos III…
“Las minas son de mi Real Corona […] Sin separarlas de mi Real Patrimonio, las concedo a mis vasallos, en propiedad y en posesión, de tal manera que puedan venderlas, permutarlas, arrendarlas, donarlas, dexarles en testamento…” Así lo dispuso Carlos III.
En 1783 el rey Carlos III decretó que las Ordenanzas de Minería ampliaran el dominio de la corona más allá de las minas metálicas, desde los “minerales perfectos”, el oro y la plata, hasta lo menos perfecto, como los “líquidos de la tierra”.
El 24 de Octubre de 1829, Bolívar decretó que las Ordenanzas de Minería de 1783 continuarían en vigor. El Libertador declaró… que la propiedad de las minas de petróleo y demás combustibles, como todas las otras minas, pasaron del dominio de la Real Corona al dominio de la República… Fin de cita.
Y de ahí hasta la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999.
Artículo 12. Los yacimientos mineros y de hidrocarburos, cualquiera que sea su naturaleza, existentes en el territorio nacional, bajo el lecho del mar territorial, en la zona económica exclusiva y en la plataforma continental, pertenecen a la República, son bienes del dominio público y, por tanto, inalienables e imprescriptibles. Las costas marinas son bienes del dominio público. 
Artículo 302. El Estado se reserva, mediante la ley orgánica respectiva, y por razones de conveniencia nacional, la actividad petrolera y otras industrias, explotaciones, servicios y bienes de interés público y de carácter estratégico. El Estado promoverá la manufactura nacional de materias primas provenientes de la explotación de los recursos naturales no renovables, con el fin de asimilar, crear e innovar tecnologías, generar empleo y crecimiento económico, y crear riqueza y bienestar para el pueblo. 
Artículo 303 Por razones de soberanía económica, política y de estrategia nacional, el Estado conservará la totalidad de las acciones de Petróleos de Venezuela, S.A., o del ente creado para el manejo de la industria petrolera, exceptuando las de las filiales, asociaciones estratégicas, empresas y cualquier otra que se haya constituido o se constituya como consecuencia del desarrollo de negocios de Petróleos de Venezuela, S.A.

Por lo que solo puedo deducir que Simón Bolívar, por grande que haya sido, con su “quítate-Carlitos-III-pa-ponerme-yo”, y disculpen Ustedes, fue el primero de esa larga cadena de “quítate-tu-pa-ponerme-yos”, que nos han impedido a los ciudadanos venezolanos acceder de pleno derecho y sin distorsiones producidas por caciques y caciquillos, esas riquezas sembradas por la providencia en nuestras tierras.
Para cuando vamos a dejar el ¿Quítense-Todos-Ustedes-Caciques Pa-Ponernos-Todos-Nosotros-Los-Ciudadanos?... ¿Para cuando se acabe el petróleo o no valga nada?
¿Cuando iremos en búsqueda de una Independencia mucho más completa?