31 de octubre de 2014

Venezuela Guatepeor

En estos días recibí cientos de correos electrónicos instando me a ver unas palabras pronunciadas por Gloria Álvarez, de Guatemala, durante una reunión denominada Parlamento Iberoamericano de la Juventud. Su discurso versaba sobre la indiscutible necesidad que tenemos de eliminar el populismo en nuestros países.
Me encanto cuando hablo sobre la necesidad de terminar con quienes ofrecen derechos como salud y educación, sin especificar quienes y como se van a pagar, para que luego, cuando éstos servicios no les son entregados al pueblo, se origine ese malestar que incentiva nuestras poblaciones a recurrir a regímenes totalitarios.
Y Álvarez cito a Florentino Portero de la Universidad Nacional a Distancia, de España, refiriéndose a quienes utilizan la democracia para legitimar unos bajos intereses, hablando sobre el “atajo con el cual se juega con las pasiones ilusiones e ideales de la gente… para prometer lo que es imposible… aprovechándose de la miseria de la gente… dejando fuera absolutamente toda la razón y la lógica en la toma de decisiones… para así jugar con la necesidad del pueblo, para así sencillamente imponer una dictadura:” 
Hasta ahí la seguí… enteramente de acuerdo. Pero, en ese momento Álvarez nos ofreció como solución: “La República”, y sugiere que podemos desmantelar el populismo mediante el uso de la tecnología de información. 
Puede que eso le resulte a Guatemala, Dios lo quiera, lamentablemente, para el caso nuestro, Venezuela es Guatepeor.
En una nación donde el Estado recibe el 97 por ciento de todas las exportaciones del país… no hay República ni comunicación que valga… eso es, a menos que se logre arrancarle al estado ese extraordinario poder que, recurrentemente, llegan a representar nuestras resultas petroleras. 
Ahora bien, la tecnología sí nos podría servir. Sueño con ese día que los venezolanos, mediante el depósito en una tarjeta electrónica el primer lunes de cada mes, reciban el 100% de su cuota parte de las resultas petroleras. Ése día de seguro nos liberaríamos de ese excesivo poder económico centralizado que nos tiene subyugados… y viviendo dentro de un negocio de otros, el de los gobernantes/políticos de turno. Ese día nosotros, los ciudadanos, ya no sobraríamos y podemos entonces comenzar a ser nación.
Sé que muchos de ustedes están preocupados por la baja de los precios petroleros. Yo también. No obstante, mientras el gobierno se lleva todas nuestras resultas petroleras, que nos sirva de algún consuelo que, por cada dólar que baje el precio del petróleo, aumenta nuestra importancia como ciudadanos.
Cuando en 1999 se discutió nuestra actual Constitución, los precios del petróleo rondaba los 10 dólares por barril y el “The Economist” predecía 5 dólares por barril. Por esa razón simplemente no logre interesar a nadie de los constituyentes, en el tópico de un estado excesivamente rico.
Si hoy, tras 15 años de increíble bonanza petrolera bajada por un sucio escusado, tuviésemos una asamblea constituyente de ciudadanos, sin los quítate tus-pa-ponerme-yos, estoy seguro que otro gallo cantaría.
Acabo de regresar de una conferencia sobre el tema vital de la independencia del sistema judicial. Ahí le pregunté a los expositores: “¿En un país donde el Poder Ejecutivo recibe el 97% de todas las exportaciones… cuánta independencia pudiésemos esperar que el Poder Judicial tuviese?… ¿El 15%?”. No me respondieron, pero me dio la impresión que ese porcentaje les pareció bastante alto.

22 de octubre de 2014

¿Pueblo inteligente y corajudo, o pueblo bien pendejo?


Venezolanos, a los 100 años, y 154 días de sumisión, ante quienes manejan nuestras resultas petroleras, les pregunto.
¿De verdad consideramos que el cacique de turno, o quien sea que ocupe su puesto, junto a su grupito intimo de amiguitos, esta en mejor capacidad de manejar las 29 millones de cuotas de resultas petroleras nuestras, que cada quien de nosotros la propia de aproximadamente $200 por mes?
¿Si un "SI", es eso un reflejo de un pueblo inteligente y corajudo, o más bien de un pueblo bien pendejo? 
No me respondan a mi... ¡respóndanse a ustedes mismos¡... (si se atreven)