12 de junio de 2014

¡Quítense-ustedes-pa-ponernos-todos!

El que jueces se sientan obligados a mantener estudiantes y dirigentes políticos presos sin causas justificadas, es algo abominable que debemos protestar. No obstante no ignoremos que de esas injusticias somos también en parte responsables, al permitir acumular demasiado poder en demasiado pocas manos.
Y lamentablemente invertimos inmensamente mayores esfuerzos en buscar de quienes deben ser esas pocas manos, que en buscar ajustar nuestro modelo económico político a nuestras realidades. Y eso por cuanto en materia de ideologías también sufrimos el efecto puerto... o sea preferimos lo importado a lo nuestro... venga de Estados Unidos, Cuba o de cualquier otro pensum extranjero.
Nuestra ineludible realidad económica, de ya pronto cien años, y por lo que puede ser mucho tiempo más, es que somos un país extraordinariamente rico en petróleo. Y el petróleo, cuando con la ayuda de OPEP su carácter no renovable es debidamente valorizado, nos provee de unos ingresos que alteran nuestros equilibrios internos.
Primero: Por lo del síndrome holandés (niño de pecho comparado con el síndrome nuestro) nuestra divisa, nuestros salarios, en fin toda nuestra economía interna, se mantiene tan fuerte que se nos hace difícil competir con el mundo exterior, por lo menos de las maneras tradicionales.
Segundo: Mientras esos ingresos petroleros se concentran en pocos centros de decisión, estaremos en manos de un cacique emplumado dictatorial y de su entorno íntimo, lo cual nos enferma. Puesto que enfermos estamos cuando, sin rechistar, aceptamos que se cometan crímenes económicos contra la humanidad, como por ejemplo que el precio de la leche sea 278 veces superior al de la gasolina.
En la semana acudí a una de esas tantas conferencias donde bien-intencionados tratan de solucionarle a países sus problemas con la "maldición de recursos naturales". Y en ésa conferencia lo que se trataba era como los Estados Unidos, por medio de la ley conocida como Dodd-Frank Act, y la Comunidad Europea, con leyes de transparencia corporativa, buscan imponerle a sus empresas petroleras y mineras unos fuertes requisitos de información con respecto a su relación con los gobiernos.
Mi posición como siempre fue: "Eso suena muy bonito pero la verdad sea dicha que para alguien que vive bajo el manto de una gigantesca ‘maldición' como la de Venezuela, el saber sobre lo que pasa en cada contrato, puede resultar interesante, pero solo distrae la atención de lo que pasa en general".
Si quieren ayudar, mejor publiquen mensualmente en un periódico de alta circulación mundial, su mejor estimación sobre cuánto en valor de recursos naturales no renovables extraídos, por ciudadano, por mes, deberían estar recibiendo los distintos gobiernos alrededor del mundo. Y luego deje que los ciudadanos pregunten. Les ruego, no causen que los ciudadanos crean que ustedes les están haciendo el trabajo que a ellos les corresponde.
"No nos sirve para nada que ustedes se esfuercen en hacer que las empresas suyas se comporten dignamente, si nosotros no nos esforzamos para que nuestros gobiernos se comporten dignamente"
Y ese cálculo del cuánto por ciudadano por mes es el que hoy, no como resultado de un diálogo entre los "aquí-estoy-yo-y-no-me-quita-nadie" y los "quítate-tú-pa-ponerme-yo", sino como resultado de un diálogo entre ciudadanos "chavistas", "oposición" y "ni-ni", le deberíamos pedir a nuestras universidades que nos reporten, para que todos estemos claros sobre qué exigir.

11 de junio de 2014

Clientelismo

Analicen seriamente quienes practican más el clientelismo. ¿Quiénes dicen entrégueme mi cuota parte de las resultas petroleras, ni una puya más, o quienes sostienen que el cacique de turno debe administrar las resultas petroleras?

5 de junio de 2014

¿Se merecen nuestros pobres su pobreza?

La Providencia le legó a Venezuela un dividendo petrolero que actualmente ronda por los US$ 180 dólares por mes por ciudadano. Y el Instituto Nacional de Estadística (INE) reporta que para fines de 2013 existen 9.174.142 pobres en Venezuela.
Cuando entonces notamos que todos los pobres con derecho a voto aún no han constituido un movimiento político que exija que se les entregue ese dividendo, en efectivo, en dólares, para que no sean ellos los pobres quienes subsidien a los no pobres, no parecería muy jalado por los cabellos sostener que nuestros pobres parecen merecer ser pobres.
Hoy un litro de gasolina, el cual podría ser vendido internacionalmente en unos US$ 0.60 por litro, usando tasa SICAD II se vende en Venezuela en US$ 0.002 por litro, una rebajita de US$ 0.598 por litro, equivalente a Bs. 29,90 por litro; todo mientras el PVP de un litro de leche pasteurizada (si se consigue) es de Bs.27,00. Así que, por cuanto los pobres no protestan ese crimen económico, tampoco parecería algo muy jalado por los cabellos sostener que nuestros pobres parecen merecer ser pobres.
Se puede medio entender que quien le extrae al gobierno un salario por un trabajo que de otra manera no tendría; o logra ordeñar mucho subsidio vía cambios preferenciales para consumir y viajar barato al exterior; o que llenando 7 veces por mes el tanque de gasolina se cobra sus US$ 180 mensuales, pueda darse por bien servido.
Pero aceptar el pago del dividendo de la anterior manera, es igual de brutos... puesto que ignora lo tanto mejor que en todos los sentidos estaría Venezuela como nación, si nuestras resultas petroleras fuesen repartidas por igual entre todos, para ser usados vía las preferencias de cada quien, y no como hoy, vía las ocurrencias del cacique emplumado de turno.
¿Cuándo vendrán unos líderes políticos que, en lugar de prometer manejarle a los pobres sus resultas petroleras, simplemente ofrecen entregárselas, para luego gobernar con lo que un Estado responsable debe gobernar, o sea con los impuestos pagados transparentemente por los ciudadanos?
Y no es que implique que con el solo pago del dividendo petrolero no vayamos a tener pobres... para eso se requiere mucho más, ante nada de los mismos pobres. Pero sí estoy seguro que administrando cada quien su cuota parte de las resultas petroleras, en lugar de un grupito de expertos, obtendremos un mejor clima político y económico que beneficiará a todos... hasta tal grado de igualmente llegar a tener menos pobres, en este caso de mente, entre nuestros ricos.
El best seller de la izquierda mundial, el "Capital en el Siglo XXI" de Thomas Piketty, aun cuando trata enteramente sobre la desigualdad, en sus 685 páginas no contiene ni una sola referencia al "Socialismo del Siglo XXI", ésa que se da golpe de pechos por defender ante nada a los pobres. ¿Por qué será? ¿Será por pena ajena?
Evita Perón terminó inspirando un buen musical. Para quienes sembraron sus últimas esperanzas en Hugo, algo así podría de servirles algo de consuelo. No obstante, por los vientos que soplan, Hugo podría terminar inspirando una obra de tercera; en la cual él Maduro, él Ramírez, él Diosdado y él Giordani, le tongonean mal unas tamboras compuestas por Fidel. ¿Insulto? Nada comparado con lo que ellos con su actuación insultan a nuestros pobres.
PS. ¿Se creen los chinos que si Maduro expropia todas las playas de Venezuela, y se las da en garantía, si no se les paga, ellos podrían quedarse con nuestras costas?