30 de enero de 2014

Un neo Pacto de "Punto Fijo" no me basta

No tengo idea de cómo le irá a las partes combatientes de Siria, en reuniones donde dicen buscar disminuir la violencia de una cruenta guerra civil. De repente las circunstancias son tan complicadas que ni siquiera persiguen ese objetivo limitado.
En Venezuela la situación no ha llegado a los extremos de Siria, pero si no le damos un parado a la creciente conflictividad, nadie puede eliminar la posibilidad de peligrosos altercados. Si deseamos una solución pacífica, dentro del marco de una democracia, y sin tener que aceptar una dictadura militar, algo muy vergonzoso pero no por ello menos posible, se necesita reeditar una especie de Pacto de Punto Fijo... pues fue justamente para eso que ese pacto entre civiles demócratas antagónicos se hizo.
Ese neo Pacto de Punto Fijo debería, como mínimo, resultar en que la oposición obtenga una significativa y efectiva representación en Pdvsa, Banco Central, Corte Suprema de Justicia, Consejo Nacional Electoral... y que igualmente tenga de nuevo a su alcance una televisora nacional que le permita neutralizar la supremacía mediática del Estado.
Dado lo peligrosamente explosivo de la situación actual, lograr tal Pacto, sería algo fabuloso... y no soy quién para tener derecho a oponérmele.
No obstante, para lograr una Venezuela como la que verdaderamente desearía, una donde a todo joven venezolano que haya tenido un mínimo éxito profesional en el exterior, sin reservas le pueda decir "¡Si quieres regrese!", ese Pacto no basta.
Y lo digo por cuanto ese Pacto reconciliador, en esencia sería una renegociación entre los quítate-tú-pa-ponerme-yo... y hace tiempo que me rehúso a ya creerle más a quienes insultan nuestro intelecto, asegurándonos que, como unos Magos Mandrake, son capaces de manejar adecuadamente los ingresos del 98 por ciento de todas las exportaciones del país.
¡No! La abundancia de recursos fáciles para un gobierno, garantiza la presencia de ineptos y aprovechadores. Por ejemplo, haga cada quien el ejercicio de pensar en cuantos de los 100 funcionarios más importantes del gobierno actual hubiesen ocupado su posición si todo el ingreso del gobierno hubiere sido vía los impuestos sobre la renta... ¿Poquitos o ninguno?
¡No! Recursos fáciles abundantes, sólo permite alimentar las posibilidades políticas de quienes mejor logran expresar el populismo que solo promete, sea eso por la vía de un sencillo lenguaje que enamora al pueblo, o vía un sofisticado lenguaje cautiva en asombro al pueblo..."Uh-Eh ese sí que sabe".
Puede que a lo que más podamos aspirar en estos momentos es que se logre un neo-Pacto. Pero, de nuevo, eso no me quita el derecho de soñar con que un día logremos hacer añicos de ese odioso Petro-Estado que nos pisotea... todo y por cuanto le permitimos tener con que pisotearnos. Ése día solo puede llegar, o cuando el petróleo no vale nada, o cuando los venezolanos decidamos dejar el petróleo en el subsuelo, o cuando nos repartirnos entre todos por igual, las resultas del petróleo. Yo prefiero la última opción... ¿Y Usted?

23 de enero de 2014

Dejemos de causar pena ajena

Si se entrega el 98 por ciento de todas las exportaciones del país al Estado, para que éste las administre, o se es un emirato o una monarquía absoluta, o un Estado comunista o una primitiva tribu. El derecho de poder dizque elegir al emir, al rey, al dueño del partido o al cacique, poco cambia las cosas... es más, hasta lo hace peor.
En una democracia real, quien queda elegido presidente, o nombrado primer ministro por los elegidos parlamentarios, opera casi exclusivamente con los recursos provistos por los ciudadanos, y por lo cual debe responderles a éstos.
En nuestra democracia petrolera de pacotilla elegimos, no a quien ha de respondernos con sus servicios públicos, sino a quien nosotros hemos de mendigarle favores. Y el hecho que los favores que al elegido se le ocurra hacernos, son en gran parte pagados con nuestras propias resultas petroleras, ni siquiera es considerado.
Así que somos sólo unos sumisos indiecitos, sometidos a un rito que denominamos democracia, con el cual elegimos un cacique, para luego tener que bailar lo que a éste se le ocurra tocarnos... sea un merengue "gasolina regalada", o sea un son "Cadivi".
Cuando, en el siglo XXI, uno busca explicar lo anterior en el exterior, uno siente cómo el aire se llena de pena ajena; una que por cortesía o lástima no se traduce en preguntas tales como: ¿Y por qué son ustedes tan imbéciles como para seguir aceptando eso? ¿Y por qué siguen buscando mejores caciques cuando lo que tienen que hacer es tumbar el sistema, reclamar sus resultas petroleras, y luego elegir un presidente que les responda a ustedes?
En septiembre 1998 publique un artículo en Economía Hoy que titule "Del petróleo la renta y la Constituyente". En ése escribí:
"Al discutir sobre la separación de poderes, por ejemplo la del Poder Judicial, no nos olvidemos de la necesidad de también separar los poderes monetarios, a Pdvsa, el generador de recursos, del Fisco, el derrochador de éstos... Mientras los ingresos petroleros no hayan pasado por nuestros bolsillos (según dicen para no corrompernos) poca será la importancia que le damos a la función de supervisar el rendimiento producido por aquellos que gentilmente se han ofrecido administrarlos en nombre nuestro".
Lamentablemente en este país, que prefiere la ilusión de encontrarse un mesías para no tener que asumir la responsabilidad, pocos hicieron caso al tema, el cual ni apareció en las discusiones de la Constituyente de 1999.
Hoy, 15 años más tarde, cuando los lamentos de no haberlo hecho deberían ser mayores, quizás la repartición de las resultas petroleras entre los ciudadanos como un principio fundamental de la nación, pueda que tenga la receptividad que se merece... digo para así no tener que seguir pasando pena ajena en el exterior, o seguir siendo todos unos sumisos pedigüeños en Venezuela.
El otro día oímos al cacique de turno, Nicolás, tratar de describir por dónde andaba el país... atacando a una burguesía parasitaria, aun cuando sabemos todos que el país está en manos de una petrocracia parasitaria. Por Dios, ni siquiera el cacique Carlos Andrés era capaz de tanta desfachatez.
Así que, Cacique Nicolás, no mienta más. El único proyecto que realmente resulta en un pueblo protagónico en nuestro país, es el que les entrega a los ciudadanos sus resultas petroleras.
PS. Leemos sobre Cuba liberando presos políticos. ¿Será que Cuba no quiere que Venezuela libere a Simonovis, para que ellos así queden mejor liberando a sus presos políticos?

16 de enero de 2014

Ansiando la independencia de Venezuela

Nuestras resultas petroleras no provienen de una actividad productiva, sino de la extracción de unos activos no renovables que la providencia depositó en nuestro subsuelo.
Hay solo tres razones por las cuales se podría justificar que le dejemos al Estado, el manejo y el reparto de tales resultas.
La primera es que sinceramente consideramos que su administración, por parte del Estado, y su posterior repartición, producirán un mejor resultado, que de los ciudadanos recibir y administrar cada quien su cuota parte.
De ser lo anterior cierto, no les quede la menor duda que todos los países prósperos del mundo, serían hoy todos capitalismos de Estado, disfrazados o como comunistas o como monarquías absolutas.
La segunda es por cuanto, no tan sinceramente, consideramos que manteniendo las resultas petroleras concentradas en el Estado, y haciéndonos cortesanos de éste, podamos lograr más de estas de lo que sería nuestra cuota equitativa.
Lo que no valorizamos en tal caso, es el costo de ser unos sumisos cortesanos de por vida... ¿o acaso nos llenamos la boca hablando de libertad, pero nos sentimos más cómodos siendo súbditos?
La tercera es que creemos en milagros... y además, para colmo, en su sostenibilidad. Y lo digo por cuanto si de repente un Mesías político criollo que administrase nuestras resultas petroleras maravillosamente milagrosamente apareciese... apuéstenlo que al que le sigue no le tardaría nada en echarlo todo a perder.
Así que en Venezuela hay solamente dos tipos de liderazgo político:
Los actuales. Quienes pretenden ser jefes públicos y administrar las resultas petroleras en beneficio de todos los venezolanos... y a veces, cuando tienen el ego especialmente inflado, hasta en beneficio de toda la humanidad, o...
Los necesarios. Quienes están dispuestos a ser servidores públicos, dejándole la administración de las resultas petroleras a los ciudadanos y ejerciendo sus funciones con los recursos que la ciudadanía estaría dispuesta a concederles vía impuestos.
Los primeros son una simple continuación del legado monárquico español, los segundos representarían los verdaderos luchadores por la independencia.
No puede haber nación realmente independiente sin ciudadanos independientes. Por cuanto hoy los venezolanos dependemos demasiado de quienes le han puesto las manos a nuestras resultas petroleras, la verdad es que por mucho que nos duela... y perdóname Simón Bolívar, como que lo de nuestra independencia termino siendo solo un rumor... cuando, en julio de 1914, reventó Zumaque I y se inicio al reinado absoluto de los petrócratas.
Solo me queda rogar porque algunos políticos con verdadera vocación de servicio público, levanten la bandera de la repartición de las resultas petroleras.
Lo poco logrado con los barriles de petróleo extraídos para siempre, desde 1974 hasta la fecha, debería contener suficiente material para montar una campaña admirable que logre convencer a nuestros tantos pobres y no tan pobres... la carne de cañón de los ataques populistas... que deben exigir recibir su cuota de resultas petroleras.
Por ejemplo sobre la tan cacareada disminución del índice de pobreza en Venezuela durante los últimos 15 años... ¿cuánto se debe al aumento en resultas petroleras y cuánto a una "excelente" administración por parte del Gobierno? Apuesto que de haberse repartido tales resultas equitativamente entre los ciudadanos, ese índice de pobreza hubiese bajado mucho más... y además de manera más sostenible, en democracia.

9 de enero de 2014

Una patria no debe ser un botín

Nuestra historia nos evidencia que quienes ejercen los cargos de autoridad con los cuales deciden sobre el destino de nuestras resultas petroleras, se vuelven engreídos, altaneros y hasta abusadores. Lo que no se entiende es cómo nuestro pueblo pueda hablar de independencia, y aún así tenga que calarse los abusos de tales engreídos altaneros.
Si un movimiento político alterno pudiese tener un significado trascendental para nuestro país, sería ése cuya finalidad principal fuese poner en cintura a los engreídos altaneros abusadores.
Si un movimiento político alterno pudiese tener un significado trascendental para nuestro país, sería ése que tuviese como finalidad mejorar el país a fondo, y no solo saciar con algunas sinvergüencerías a algunos de los venezolanos de turno.
Y hablo de un movimiento político alterno cuya respuesta inmediata, a las "importantísimas" informaciones provistas por la ministra de Información sobre el destino de viajes de algunos de la oposición, fuese: ¿y quién subsidia inmoralmente con dólares baratos los viajes al exterior?
El actual sistema cambiario, así como el regalar la gasolina, representa corrupción al más alto nivel. Tal corrupción promueve la injusticia social y hace imposible construir un buen futuro. El movimiento político que lograse convencer a la nación venezolana de aquello, sería una oposición que pudiese ocupar una altura moral que a la larga todos respetarían. Pero, extrañamente, tristemente, parece que a ningunos de los dos lados enfrentados les interese ocupar ese escaño.
En 2006 se publicó "El reporte del grupo de estudio sobre Iraq" que incluía las conclusiones de un variado número de representantes de Estados Unidos. Entre los objetivos declarados estaba crear las condiciones necesarias para reforzar los esfuerzos de reconciliación nacional en Iraq, entre los suníes y chiítas. Y entre los principales retos a los cuales tal reconciliación se enfrentaba se encontraba, por supuesto, la distribución de sus resultas petroleras.
Y el libro mencionaba: "hay propuestas para redistribuir una porción de las resultas petroleras directamente a la población, sobre una base igual per cápita. Estas propuestas tiene el potencial de otorgarle a todos los iraquíes un interés en el principal recurso natural de la nación".
Hoy leemos sobre los temores de una guerra civil en Iraq, por cuanto suníes de la provincia de Anbar se encuentran en abierta rebelión en contra del gobierno de Nouri al-Maliki dominado por chiítas. Y no puedo dejar de pensar sobre qué hubiese pasado si Estados Unidos hubiese invertido, solo un pequeño porcentaje de los tantos fondos que gasto en Iraq, en desarrollar los mecanismos que permitiesen distribuir de manera transparente, a los ciudadanos iraquíes, sus resultas petroleras.
Y que de repente así Iraq hubiese dado el ejemplo que los miembros de la tribu de los quítate-tu-pa-ponerme-yo de Caracas, se resisten a dar.
En estos días donde el diálogo cada día importa más, he de reconocer que cada vez siento menos ganas de dialogar con miembros de tal tribu.
Soy oposición por cuanto hay que ser oposición. Pero me rehúso ser oposición para solo quitar a unos para poner a otros a manejar nuestras resultas petroleras. Inmensamente más importante es quitarle para siempre al Estado la chequera con nuestras resultas petroleras.
Ojalá tuviésemos muchos más valientes patriotas dispuestos a pelear por la independencia de la patria, y no solo por el botín.

2 de enero de 2014

El mitin del 2014: un pueblo estafado

¡Pueblo! Han sido vilmente estafados por un déspota capitalismo de Estado, el cual se ha mercadeado, cuan pasta de dientes, con el nombre de la Revolución Bolivariana.
Ese déspota capitalista recibió unos ingresos fabulosos provenientes de extraer y vender lo que la providencia le lego a Venezuela, a nosotros sus ciudadanos, sin remotamente habernos entregado un resultado ni siquiera medianamente aceptable.
Permítame explicarles con algunos ejemplos cómo ante nada ustedes, los pobres y la clase media baja, han sido maltratados.
Un país petrolero, como Noruega, ahorra la mayor parte de sus resultas petroleras invirtiendo en el exterior para así asegurar la existencia de fondos que permita enfrentar cualquier baja de ingresos petroleros en el futuro, y para así buscar asegurar la existencia de unos fondos que puedan brindarle tranquilidad a sus pensionados. ¿En Venezuela? ¡Nada de eso! En lugar de ahorros, solo hay deudas.
Y el déspota capitalista, para echárselas de líder mundial, de una manera u otra, regaló muchas de nuestras resultas petroleras a otros. ¿De que esos países nos van agradecer el favor? No sean ilusos... cuando un día no reciban más el petróleo al cual se han acostumbrado, de repente nos llamarán hasta malagradecidos.
De nuevo, en Noruega, al precio al cual pueden vender la gasolina al mundo, cuando la venden en su mercado doméstico, le recargan algo así como 300% de impuestos... entre otros para que la población no derroche gasolina. ¿En Venezuela? ¡Nada de eso! Aquí nuestro déspota capitalista, por no atreverse hacer bien las cosas, regala la gasolina.
Y en regalar gasolina, gasta más de lo que gasta en todas las misiones sociales juntas. Hoy, cada vez que un carro llega a una bomba y pide "lléneme el tanque", nuestro déspota capitalista le regala a los compradores de gasolina, en efectivo contante y sonante, entre 25 y 40 dólares... y que cada quien multiplique eso, por la tasa de cambio que le dé la gana.
Nuestro déspota capitalista ha impuesto además un control de cambio, el cual implica un subsidio cambiario, dizque para asegurar que ustedes puedan adquirir los productos importados a precios accesibles. ¿Pero quiénes se benefician más con esos subsidios... quienes tienen muchos bolívares para comprar mucho de lo importado, o quienes casi no tienen bolívares?
Y ni se diga lo socialmente amoral que resultan los dólares baratos para viajeros.
De haberles repartido a todos, un derecho transferible de adquirir 1.000 dólares a 6.30, sin tener que viajar a raspar tarjetas, ustedes estarían mucho mejor simplemente revendiendo esa cuota a una tasa más alta.
Y ahora nuestro déspota capitalista piensa que es correcto, que si a un venezolano pobre un familiar le envía $100, éste solo pueda cambiarlos por Bs. 6.30, mientras que un turista, ése si podrá recibir Bs.1.130. Y además insulta, considerando tanto al venezolano como al turista, como unos tarados mentales que no buscarán conseguir más por sus dólares.
Pero me dirán "de esto poco o nada habla la oposición". Pues sí, en mucho estos argumentos resultan también válidos para usarse en un mitin en contra del silencio de la oposición... pero, ¿qué culpa tengo yo que así sea?
Quien dice estar en capacidad de administrar bien el 98% de las exportaciones de Venezuela, se vende como un Mesías. En Venezuela no aceptemos más a los déspotas Mesías capitalistas de Estado, no importa un bledo de qué lado provengan, sean de Cuarta, Quinta o aspirantes a la Sexta.