17 de noviembre de 2008

Una felicitación y una sugerencia al Coronel Macario y a Carlos Sicilia

Felicito al Coronel Macario por un video que preparó sobre la base de un escrito que entiendo es de Carlos Sicilia y en el cual, ante las tristes y vergonzosas realidades del país, sostiene que para encontrar a los culpables de todo basta con que los venezolanos nos veamos cada quien en el espejo. http://www.youtube.com/watch?v=fgv9uwscWqA
El combo Sicilia/Macario tiene toda la razón pero antes de que le preguntes al espejo ¿y cómo soy? y el espejo, como espejo al fin, se le ocurra achacarlo todo a una mala e irreversible carga genética; de la que te sugiere que no hay nada que hacer; de la que te da una excusa perfecta para no hacer nada, permítame, como un venezolano que por pura carambolas logró intuir algo distinto, sugerirte otra respuesta.
Venezolano: "Tú has crecido en un país que teniendo petróleo debería objetivamente ser más rico que otros países que no tienen tal recurso. En este país las resultas de la liquidación de esa riqueza natural son entregadas todas al Estado, al cacique o al hacendado de turno, tu padre putativo, para que las siembre… y todo por cuanto así lo dictan las tradiciones ideadas e impuestas por otros padres putativos.
En tal sentido es lógico que siempre te veas como el hijo de un padre putativo ricachón y quien espera que su padre putativo, quedándose con las semillas, las siembre y coseche los frutos, para luego repartir el cacao entre todos sus hijos, de manera justa o, preferiblemente, si estás con suerte, con una injusticia que te pueda favorecer.
En tal sentido es lógico que te pelees con tus hermanos por el amor de tu padre putativo, no vaya tu padre putativo querer más a un hermano tuyo más que a ti. A veces, cuando le caes especialmente gracioso a tu padre putativo, como cuando te vistes del color que a él le agrada, de hecho te regala más cacao que a tus hermanos. En fin, venezolano, todo estaba servido para que te tornases en ese niño malcriado, incapaz y engreído que hoy eres… y eso no estaba en tus genes, eso está en el sistema social que te rodea. Ahora bien…qué difícil es salirte de ese sistema… a menos que uses la única puerta de salida que existe.
No te quejes, estás en buena compañía. Hasta los grandes profetas de tu tierra, como Arturo Uslar Pietri y Juan Pablo Pérez Alfonzo, en medio de todas sus discrepancias, jamás cuestionaron el hecho que tu padre putativo, fuese el sembrador, el cosechero y el repartidor de las resultas del petróleo. De seguro ellos eran igualmente hijos putativos entrampados.
Tú sabes, o por lo menos intuyes, que algo no funciona y en la búsqueda de una solución no has encontrado otra alternativa que la de buscarte otros padres putativos, entre todos aquellos quienes con el solo fin de ponerle la mano a tus semillas amorosamente prometen tratar mejor a sus hijos… "por igual", lo que en lenguaje de las promesas políticas tú, como el malcriado que eres, esperas que significa un trato para ti bastante mejor al de uno por igual.
Tus padres putativos de antes y los candidatos a serlo mañana, también te han convencido que estás incapacitado para asumir la responsabilidad de sembrar tus propias semillas por cuanto te falta educación. El argumento aun cuando suena lógico, aparte que tu padre putativo tampoco tiene mucha educación que se diga, se cae por sí solo al reflexionar sobre que siempre te insisten en que debes prepararte para un mañana donde no existan las resultas petroleras, pero que mientras, ni de broma, te quieren entregar tus semillas para que por lo menos puedas aprender a sembrar.
Amigo venezolano, hoy, cuando te veas en el espejo, permita que en quien más debes confiar te llame bruto, bruto y otra vez bruto… y luego busques la única puerta de salida de la que te conté… la de exigir que te entreguen tu cuota parte verdaderamente equitativa y por igual de las resultas petroleras, ya, de entrada… y para que así al fin te dejes de esas soberanas bobadas de necesitar de padres putativos.
El Universal