27 de septiembre de 2012

Apoyo al extremista del centro: Capriles

Tanta es la información que se recibe hoy en día que no tenemos tiempo para digerirla, por lo que generalmente solo nos dedicamos a clasificarla en dos grandes bojotes, lo correcto y lo falso, lo bueno y lo malo, blanco y negro, oposición-chavismo.
Eso es, por supuesto, una maravilla para quienes tienen un interés en polarizar, y no tienen el menor sentido de vergüenza de montarse sobre uno de los bojotes y proclamarse dueños absolutos de la verdad absoluta.
Eso es, por supuesto, una maravilla para resentidos y psicópatas que sólo pueden sentirse realizados en un mundo de odios y divisiones.
Y lo anterior no pasa solo en Venezuela. A veces he especulado sobre el que uno de los mejores negocios debe ser montar dos estaciones de televisión o radio, o dos periódicos, y desde los cuales predicar el extremismo más extremo de cada lado extremista, con el fin de luego solicitar contribuciones para las dos campañas dirigidas a salvar a la patria y a la humanidad del infernal enemigo del otro lado extremo opuesto. En otras palabras, un negocio donde los extremos forman un cartel y se reparten la cochina.
Detesto profundamente la polarización, embrutece hasta decir basta, y si hay algún extremismo aceptable para mí, eso es el extremismo del centro, aquel que se encuentra totalmente libre para tomar las mejores decisiones, dadas las circunstancias y sin consideraciones ideológicas; buscando reunir el consenso de todos sobre la base de argumentos sólidos y anclados en la verdad.
Lo anterior es una de las razones por las cuales votaré, con entusiasmo, el 7 de octubre, por Henrique Capriles. Sin duda que en su alrededor pululan un cierto número de extremistas pero, a diferencia de lo que hace ese oficial que le gusta el mando desde lo que cree su cuartel privado, Capriles no apela a ningún extremismo... todo lo contrario... en esencia Capriles es otro extremista del centro... y es en el centro donde debemos encontrarnos urgentemente todos los venezolanos a conversar.
Y ganará Capriles, no importa qué digan las encuestas que hoy resultan inservibles al ser efectuadas en un entorno imposible. En la Venezuela de hoy existen muchísimos mayores incentivos para responder la pregunta de "¿votarás?" afirmativamente, así como la de "¿por quién?", con un "por el oficial", de las que existe para responder un "no votaré" o un "por Henrique Capriles".
En tal sentido la calidad de las opiniones que expresan votar por Henrique Capriles es mucho mayor que el de las opiniones contrarias. En tal sentido todos los que dicen votar por Henrique Capriles irán a votar el 7 de octubre y no así todos quienes dicen ir a votar por el oficial. En tal sentido una abrumadora mayoría de los que se dicen indecisos, votarán por Henrique Capriles. En tal sentido una abrumadora mayoría de los que dicen que no votarán, de votar, lo harán por Henrique Capriles.
Eso no quita, por supuesto, que el día siguiente, de extremista de centro a extremista de centro, le cuestionaré a Capriles el porqué no le entregamos las resultas petroleras directamente a los ciudadanos, y sufragamos los gastos del Estado exclusivamente con los impuestos pagados por los ciudadanos.
Por cuanto, la verdad sea dicha, mientras seamos un país donde el 97 por ciento o quizás más de todas las exportaciones (legales), ingresan a las arcas del Estado, somos de-facto una nación en extremo imposible... aun en su más extremo centro.

13 de septiembre de 2012

¿Quién miente menos? ¿Con qué sueña?

Ustedes han visto cuando con un detector de mentiras se busca saber si un interrogado miente. Y de seguro también habrán experimentado algunos sueños donde se recuerdan haber visto unas imágenes muy claras. Pues les "cuento", unos científicos están tratando de capturar las imágenes de sueños, para que quienes necesiten de un psicólogo, le puedan hacerle llegar un DVD con anticipación.
¿No deberían los candidatos a la presidencia, y especialmente cuando van a ser empoderados con nuestras inmensas resultas petroleras, someterse a una interrogación con un detector de mentiras, y pasarnos sus sueños por la televisión?
Mientras no tengamos tales herramientas, por lo menos debemos preguntarnos: ¿quién creemos que nos miente menos?, y ¿quién sueña más con lo que nos gustaría para nuestro país?
Lo que sí sé, es que alguien que sueña con verme marchando en un cuartel haciéndole honores a él, mi supremo comandante, no es alguien por quien yo pueda votar. Yo nací civil e irreverente.
Los resultados del 7 de octubre dependerán mucho del voto de quienes en 1998 estaban opuestos a lo que estaba ocurriendo en nuestra Venezuela de entonces, y votaron por él del "por ahora", ése quién después los ha sorprendido con un "por siempre", e implementando un paquetazo comunista.
Yo también era opositor, y bien vociferante, hasta el grado de meterme con Pdvsa, por cuanto estaba totalmente opuesto a su plan de centralización. Eso sí, no voté por el cacique actual, pero eso fue ante nada por cuanto no encontraba en mí, el cómo acudir a un acto democrático para votar por alguien que había violado la democracia.
Pero a los viejos oposicionistas, eso que recientemente han expresado preocupaciones por los planes de gobierno de la MUD, les aseguro que no tienen mucho de qué preocuparse, puesto que después del 7 de octubre, la MUD se hace algo irrelevante, y es entonces cuando el debate de verdad será abierto. Y estoy seguro que Henrique Capriles propiciará, o por lo menos no evitará, tal debate.
Y les preguntaré a cada rato "¿Porqué considera Usted estar en mejor capacidad de saber que ese gasto es razonable, que los ciudadanos decidiendo sobre el cómo gastar su respectiva cuota parte de esos recursos? ¿Es acaso Usted un sabelotodo?".
"Si siempre hemos sabido que somos un país petrolero y que, mientras el petróleo durase, seríamos un país básicamente rentista, y que muchos de nuestros problemas actuales se deben a que hemos sido malos rentistas, entonces: ¿porqué, en la búsqueda de un modelo económico de desarrollo, insistimos en abandonar el modelo rentista, en vez de perseguir un modelo que nos haga buenos rentistas?
Si conocemos que la industria petrolera no es una gran generadora de empleos y que además el petróleo, por mantener la paridad cambiaria alta, dificulta mantener la competitividad de actividades económicas intensivas de mano de obra, entonces: ¿Porqué nos empeñamos en ser más papistas que el Papa en materia de aplicaciones de políticas neoliberales, hasta defendiendo el cobro de peajes para permitir el acceso a nuestros parques nacionales, pero nos desmayamos ante la posibilidad de brindarle un poco de protección a ese gran parque nacional nuestro llamado la agricultura?".
Esos dos últimos párrafos son de julio 1997, de un artículo mío en el Daily Journal. Reflejan algunas de esas piezas difíciles del rompecabezas nuestro que, como un poblado que desea y necesita llegar a ser nación, debemos seguir debatiendo y armando.

6 de septiembre de 2012

Esto poco me convence

¡Aguántense ahí! No se me preocupen. El 7 de Octubre votaré por Henrique Capriles, con entusiasmo y sin dudas.
Lo haré aún cuando lo que dice dista de convencerme, por cuanto sé tener mejor posibilidades de dialogar con él, que con un cacique cansado amante de su propia voz, y quién para comenzar mucho menos me convence… especialmente por las demasiadas evidencias provistas por un turno de 14 años, el cual se nos ha hecho eterno.
Y, como llevo tiempo diciendo, sé que Henrique Capriles será el ganador, por la sencilla razón de que una cierta falta de ilusión, mata menos las ganas de votar que una desilusión cierta.
De reojo observe una cuña oficial donde un joven emprendedor expresaba la satisfacción por haber obtenido un crédito, con un “¡Qué bonito es cuando confían en uno!”.
Y candidatos, quienes les exigen a los ciudadanos votantes la ciega confianza de entregarles todas las resultas petroleras para gobernárselas, pero no son capaces de confiar en la capacidad de esos mismos ciudadanos de poder manejar bien su propia pequeña cuota parte de tales resultas, simplemente jamás me podrán convencer.
Ya quisiera que cada uno de los venezolanos, especialmente aquel viejito hambriento y abandonado que sentado en una esquina mendiga favores, sacase la cuenta de cuánto fue el monto de su cuota parte de resultas petroleras qué, durante su vida, le confió a sus gobernantes.
Ya quisiera que cada uno de esos gobernantes, creyéndose tan importantes ellos, se atrevan a sacar la cuenta de lo poco que hicieron con las resultas petroleras que los venezolanos les confiaron, especialmente aquellos viejitos hambrientos y abandonados sentados en las esquinas mendigando favores.
De que aquí nadie le confió esas resultas a los gobernantes… y simplemente son del gobierno para manejar… ¡No! Nuestra ignorancia no nos exime de culpa. Nosotros se las hemos confiado, no por comisión sino por omisión. Y es hora de dejarnos de tal infantilidad… así sea sólo comenzando por cada uno de nosotros exigirles un recibo individual de cuanto les hemos entregado en el año.
Les pregunto: ¿Cómo es que lo que se conoce como la derecha, o mejor dicho los que se conocen como neoliberales, aquellos que dicen confiar en el mercado, cuando les toca, no confían para nada en que el venezolano pueda, vía el mercado, sembrar bien sus propias resultas petroleras… y deciden que es mejor que estas sean manejadas centralmente…por supuesto por ellos?
Les pregunto: ¿Cómo es que lo que se conoce como la izquierda, o mejor dicho los que dicen desvelarse por los derechos del pueblo y querer asegurar la participación ciudadana, no confían para nada en que el venezolano pueda, con sus propios criterios, sembrar bien sus propias resultas petroleras… y deciden que es mejor que estas sean manejen centralmente…por supuesto por ellos?
“Ah, pero primero hay que educar a los venezolanos”… oímos ambos bandos responder… haciéndose siempre muy sordos ante la repregunta del ¿Quién educa a los educadores?
¡Qué va! Una nación se construye con ciudadanos que han aprendido responsabilizarse por lo suyo, y no por ciudadanos por los cuales los gobernantes insisten en responsabilizarse… pobrecitos, tan sacrificados ellos.
¿Cuándo será que esa gran palanca que todos ven en el petróleo, sea para nosotros los ciudadanos apalancarnos? 
De reojo observé otra cuña oficial donde se declaraba que Venezuela tenía el salario mínimo máximo del continente… como si fuese una gran fuente de orgullo nacional…