14 de junio de 2012

No sabe gobernar, sólo nos quiere mandar

Y al candidato por la requete-repetida le oímos lanzar sus usuales despotricadas a quienes no le rinden la pleitesía que él considera que se merece, esta vez con un poco imaginativo "majunchismo y chayotismo insípido descolorido". Sinceramente hace tiempo que él no merece repetir. Ya hemos comprobado fehacientemente que ni sabe ni deja gobernar, sino que solo nos quiere mandar.
En la semana me enviaron un video bien extraño, 4 de junio 2012, titulado "el caminante... se hace camino al andar" y en el cual el actual Presidente se pasea por Miraflores con el "Cantares" de Joan Manuel Serrat y Antonio Machado de fondo. Digo extraño, puesto que la humildad del "nunca perseguí la gloria ni dejar en la memoria de los hombres mi canción" de repente se nos transmuta en un arrogante llamado a "consolidar la nueva hegemonía política".
No obstante me gustó mucho que a los productores no se les haya olvidado incluir lo del "al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar". Pero... ¿cómo rayos nos aseguramos de eso? Estimo que la única manera de no volver tener que caminar en las huellas de otro engreído petrócrata, sería la de entregarle las resultas petroleras directamente a los ciudadanos venezolanos.
La semana pasada, en "Si yo fuese militar", en nombre de la racionalidad económica y de la decencia social, hice otro llamado para que se aumentase el precio de la gasolina. Y alguien comentó: "Y si vas a Roma tomas los mejores vinos a menos de un euro de precio, un producto nacional baratísimo, igual que la gasolina aquí en Venezuela".
Por cuanto es algo demasiado persistente en el imaginario venezolano el creer que de por ser el petróleo un bien nacional hay que regalarlo en el país, no puedo dejar de comentar: el petróleo, a diferencia del vino italiano es un recurso no renovable... el petróleo no se produce se extrae... y, apuéstalo, la razón por la cual uno lograría tomarse un vino barato en Italia es primero por cuanto no han logrado vendérselo a otro en un mayor precio, y segundo por cuanto probablemente lo estaría bebiendo en la economía sumergida, sin pagar impuestos.
Y, hablando de gasolina e impuestos, les recuerdo que en Italia, como en el resto de Europa, vía los impuestos a la gasolina, el fisco allá recibe más ingresos por barril petrolero del que recibe el país petrolero que por siempre sacrifica ese barril.
No, qué va... de ser candidato, no dejaría de repetir que el benefactor de turno le entrega a cada quien que llena el tanque de gasolina de su carro, un cheque por alrededor de 50 dólares; que en eso gasta como el 10% del PIB; y que lo gastado en la Misión Gasolina Regalada supera lo que se gasta en todas las demás misiones juntas. Como mínimo propondría el aumento de la gasolina contra la eliminación del IVA.
Finalmente, si un alumno le pregunta a su profesor de economía sobre cómo liberar a Venezuela de la dependencia petrolera y este le responde que eso se logra entre otros exportando piedras molidas... ¿Qué diría usted? Atónito, eso fue lo que le oí al candidato por la requete-repetida decir.
Compatriotas, en un mundo tan complicado como el actual, no podemos darnos el lujo de seguir siendo cargados por un bacalao, por simpático que a algunos les parezca que nos canta, sino necesitamos, urgentemente, a más tardar el 7 de octubre, de por lo menos un pescador.
Y por lo menos así opina, hasta próximo aviso, este insípido y descolorido majunche-chayotista.