6 de noviembre de 2008

¡Independencia!

En mucho sentido hoy somos tan dependientes del cacique de turno que hemos elegido, como antes lo eran nuestros antecesores del Rey de España que algunos pocos por allá coronaron. Tanto el Rey, antes, como el cacique de turno, hoy, controlan el poder que surge de las riquezas naturales de nuestro país.
En tal sentido nosotros los ciudadanos venezolanos necesitamos iniciar una nueva guerra de independencia, la cual esta vez no puede tener otro objetivo que el hacer al petróleo verdaderamente nuestro, por primera vez.
Conseguir a los neo-independistas no es tarea fácil por cuanto si revisamos lo que debería ser una fuente natural de instintos de libertad, las universidades, observamos con horror que más bien parecen antros para la defensa de los poderes reinantes o aspirantes y en ellas ni siquiera se discute sobre quién debe ser el sembrador del petróleo, el ciudadano o el Estado.
Conseguir los medios de comunicación que quieran cooperar en divulgar nuestro mensaje tampoco parece ser tarea fácil por cuanto a la mayoría de los medios lo único que les parece interesar es o quedar bien con el cacique de turno o nominar su propio cacique, para así conseguir sus favorcillos.
Conseguir avivar el fuego independista no es fácil por cuanto la población no se ha dado cuenta de la magnitud del poder real que surge del solo manejo de las resultas petroleras y por lo que muchos de ellos se dan por bien servidos recibiendo sus migajas petroleras. Tal ignorancia resulta, entre otros, del truco que usan los apropiadores-indebidos, el de regalar la gasolina en el mercado local para que nadie se dé cuenta de lo que vale.
Ciudadanos venezolanos en rebeldía, pintemos las paredes con mensajes alusivos a cuanto significa haber liquidado para siempre el petróleo extraído durante los últimos cinco años, calculado a su valor real internacional, por cada uno de los venezolanos.
Ciudadanos venezolanos en rebeldía, entreguemos en cada gasolinera la información sobre cuánto el cacique de turno le regala a un propietario de vehículo cada vez que llena el tanque, comprando su conciencia, haciéndolo cómplice en el saqueo.
Ciudadanos venezolanos en rebeldía, pregúntenle a padres o hijos, maestros, colegas en el trabajo o simplemente a sus vecinos sobre quién debe sembrar el petróleo, el ciudadano o el Estado. Si les responden "el Estado" pregúntenles sobre el porqué ellos no se sienten capaces de hacerse responsables de sus propias resultas petroleras y prefieren entregárselas al cacique. ¿Puede un tan sumiso ser independiente?