24 de abril de 2008

Sí, hablemos de impuestos.

La semana pasada con relación a mi propuesta de entregarle las resultas del petróleo directamente al ciudadano venezolano, para que las siembre y para que tengamos una democracia funcional, un seudónimo oponiéndose a la idea me increpó con: "Todos los ciudadanos están obligados a contribuir con el mantenimiento del Estado de acuerdo a sus posibilidades y para ello existen impuestos directos e indirectos que pechan de diferentes formas a la población".

Estoy de acuerdo, solo que no nos damos cuenta que el hecho de retener el Estado para sí mismo las resultas del petróleo, resulta en uno de los impuestos más regresivos que existen en el mundo. Lo "de acuerdo a sus posibilidades", en nuestro país, es una sádica mueca.

En términos de lo que podría ser si las proyecciones de extracción de petróleo de Pdvsa para el 2012 terminen siendo ciertas, a los precios de hoy, eso le significaría 6.500 dólares anuales a cada uno de los 26 millones de venezolanos. Hagámonos entonces la idea que este dinero estuviese repartido entre los venezolanos y luego se aparece el Estado para quitarnos 6.500 dólares en impuestos a cada uno de nosotros, aun al más pobre. Eso es exactamente lo que pasa en Venezuela, con la sola diferencia que los 6.500 dólares jamás pasaron por el bolsillo del venezolano… sino que se retuvieron en la fuente.

En noviembre de 1998, con el barril de petróleo a 15 dólares, en un articulo en el Daily Journal sobre la corrupción escribí lo siguiente: "En Venezuela más que en cualquier otro país ha quedado evidenciado la total ineptitud administrativa del Estado. Todos los ingresos y nada de resultados. Cuando entonces un organismo, como el Fondo Monetario Internacional viene acá y nos receta, como única vía para salir de nuestros problemas, el que proveamos al Estado con más ingresos aún, pagando más impuestos, para el beneficio no individual sino colectivo de la secta política; ¿estaremos enfrentando una faceta desconocida de la corrupción?".

Imagínense entonces cómo pienso hoy, con el barril a más de 100 dólares. ¿Ustedes saben del porqué el gobierno recoge impuestos hoy? No porque los necesite para gastar, su capacidad de gasto racional hace tiempo que ha sido desbordada, no, lo hace solo para recoger la liquidez causada por su propio gasto, para que no se les desborde aún más la inflación… ¿Es que no hay límites? A los ciudadanos nos han reducido a ser el coleto para recoger tras el Estado.

Resulta casi imposible explicar en el exterior que pueda existir una estatización de las resultas de la liquidación del petróleo en países como Venezuela y México. La mayoría de quienes oyen hablar de ello terminan opinando: "En comunismo lo entendemos, en un emirato árabe lo entendemos… pero, en una democracia el que los ciudadanos se dejen quitar lo suyo así de fácil… ¿cuán gafos pueden ser los venezolanos y los mexicanos? Y no sé qué contestarles.

Y eso que no saben de los impuestos que pagamos a cuenta de los malos servicios públicos que recibimos. Y eso que no saben sobre los subsidios que tantos de nuestros servidores públicos le tienen que pagar al Estado al tener que aceptar trabajarle por un sueldo indigno. Y eso que no han tenido que sufrir la insoportable arrogancia de los que se creen sabihondos y finos solo a cuenta de controlar la chequera petrolera. Compatriotas, calladitos, así entre nosotros… ¿de verdad seremos gafos?

Gafos de toda Venezuela… ¡unámonos! Primero que nos entreguen las resultas del petróleo y luego vemos qué hacemos. Eso de que primero ellos nos quitan las resultas petrolera para ellos luego ver qué hacen, tiene que acabarse ya… a punta de nuestros votos.