27 de marzo de 2008

Aquí, sentado esperando al hombre nuevo

Ustedes saben que llevo muchos artículos solicitando que se entregue los ingresos netos de la liquidación del petróleo directamente al venezolano; por tantísimas razones pero entre las cuales destacan las siguientes:

1. Que no tengamos que perder esfuerzos peleándonos por la distribución de las resultas, lo que es obvio no tiene ningún valor agregado.

2. Para que el Estado pueda, al obtener su ingreso sólo por la vía de los impuestos cobrados al ciudadano, lograr entender que es para el ciudadano que trabaja.

3. Por cuanto para cumplir la sugerencia de Úslar Pietri sobre la siembra del petróleo ya resulta más que obvio que sea el ciudadano que aprenda sembrar y siembre y no el Estado.

4. Que ciertas proyecciones indican que de seguir igual para el 2012 podríamos estar entregando la cantidad de veinte y seis millones de participaciones ciudadanas individuales por $ 6.500 cada una… a un solo amo y señor… lo cual equivale a la muerte de lo que significa ser un ciudadano.

¿No les suena esto lógico? Pues no para todos y de lado y lado recibo objeciones…algunas hasta rayando en insultos.

Algunos dizque porque no somos suizos y primero debemos ser educados como suizos y otros por cuanto no somos socialistas y primero debemos ser educados como socialistas… por lo que heme aquí sentado, preguntándome, ¿cuánto tiempo debemos de esperar por ese hombre nuevo?

¿Y si es para que el hombre nuevo pueda aprender manejar las resultas de la liquidación de nuestro petróleo por qué no le entregan la bicicleta desde ya? Lo pregunto por cuanto darle una oportunidad de practicar a los candidatos a nuevos hombres antes que los recursos se acaben, parece la mejor manera para lograr un nuevo hombre, especialmente considerando que todos nuestros hombres viejos han desarrollado una dependencia total del esperar que el gobierno les entregue la papa pelada y, si no es así, de culpar al gobierno por ello.

Y si tenemos que esperar al hombre nuevo para hacerle llegar su veinte y seis millonésima parte de las resultas petroleras, ¿cómo podemos justificar la entrega de todas las veinte y seis millones de partes a una sola camarilla de hombres viejos? ¿Acaso somos gafos?

Y si es que repetimos consignas como "El poder para el pueblo" ¿cómo se nos ocurre darle las resultas del petróleo al Estado para solo incrementar su poder?

Y si es que hablamos de darle leche, huevos, pollo, café y de todo al venezolano ¿por qué simplemente no le depositamos los ingresos petroleros en sus respectivas cuentas y que ellos compren lo que necesitan?

De lado y lado también hay mucha confusión ideológica y algunos dizque neoliberales me acusan de comunista, tal como unos comunistas me acusan de neoliberal… lo que solo confirma el hecho de que los extremos se tocan y que en la tribu quítatetu-paraponermeyos hay tanto rojos, azules y descolorados.

Nadie tiene aquí la intención de desarticular al gobierno y puede que todo suene algo revolucionario, pero no somos anárquicos. Todo lo contrario, buscamos articular mejor las condiciones necesarias para lograr un mejor Estado y unos mejores gobiernos.

Si no hay manera de cómo pueda manejarse la transición sin darle lugar a serios problemas para un Estado de librarse del consumo de un ingreso tan adictivo, pues no hay problema. Que nuestros gobiernos nos indiquen cuánto quiere que le entreguemos al Estado y en el depósito en cuenta al ciudadano se establecerá "Dividendo petrolero $ 6.500: Retenido por el Estado para sus gastos operativos $ 6.401: Deposito neto al ciudadano $99"… y a ver si se lo aceptamos.

Acabo de oír a un chávez decir que usará nuestro dinero para comprar una pasteurizadora de leche, o sea, ni siquiera intentó sembrar, va a comprar un árbol ya sembrado. ¡Insolentemente inaceptable!, considerando que el dinero es nuestro y no de él y especialmente cuando todos intuimos que eso no significa que la pasteurizadora vaya a funcionar mejor.

20 de marzo de 2008

¡Abajo la dictadura petrolera!

Amigos, seamos claros, no existen alternativas ni medias tintas. Para chupar el petróleo, o lo hacemos directamente de la generosa mama de la madre tierra o lo tenemos que hacer de la corrompida teta de un petro-Estado. Yo estoy bien claro en mis preferencias.

Uno de los mayores malentendidos de nuestra historia económica surgió cuando Arturo Úslar Pietri en 1936 ¡hace 72 años! dijo que "Si hubiéramos de proponer una divisa para nuestra política económica… la necesidad de invertir la riqueza producida por el sistema destructivo de la mina… en sembrar el petróleo" y el imaginario venezolano entendió algo así como que tal siembra tenía que hacerla el Estado. ¡No es así!

Aparte de darle unos datos, hacerle algunas advertencias, facilitarle una bicicleta medio funcional y sostenerle un poco la bici antes de que arranque, no hay manera como un padre pueda ayudar a su muchacho el aprender a montar la bicicleta. Cualquier intento del padre de ir más allá sólo puede impedir que el muchacho adquiera la necesaria confianza en sí mismo, o que se produzca la caída aparatosa de los dos. De esa misma manera, resulta imposible para el Estado entregar un petróleo sembrado…llave en mano.

En estos momentos estamos viviendo la tragedia de ser un país que no encuentra qué hacer con sus recursos financieros; que ni siquiera se atreve a ponerlos a funcionar, por cuanto producirían una indigesta inflacionaria. Si observamos que Venezuela reportó para el 2006 un ingreso bruto nacional por persona de unos 6.070 dólares y que según las proyecciones de producción de Pdvsa a los precios actuales del petróleo, la resulta del ingreso petrolero podría ser de 6.500 dólares anuales por persona para el 2012, queda claro que, dado la estructura actual del país, la brecha entre los recursos obtenidos y los recursos utilizables sólo crecería.

Nos encontramos entonces en un círculo vicioso y del cual sólo podemos salir quitándole al Estado la administración de las resultas de la liquidación de nuestro petróleo, entregándosela directamente a los ciudadanos…así sea inicialmente produciendo inflación.

¿Que muchos de los recursos serán despilfarrados? Por supuesto que sí. Eso forma parte del desarrollo de una nación pero por lo menos ese despilfarro tiene la posibilidad de traducirse en una lección aprendida y no como hoy simplemente en el despilfarro del loco-anterior que ilusamente creemos que lo evitará el no-loco-por-venir. Y digo loco…por cuanto eso es en que irreversiblemente termina cualquier persona a la cual se le entregue una repleta chequera petrolera.

Quitarle al Estado el ingreso petrolero y obligarlo a trabajar sólo con lo que pueda recaudar en impuestos cobrados al ciudadano, como por cierto lo hace cualquier Estado normal que se respeta, no sólo mejoraría las posibilidades de nuestra economía sino además facilitaría la mejor gobernabilidad del país, al eliminarle al Estado ese rol de Gran Distribuidor que tanto lo distrae del cumplir con sus verdaderas funciones.

El lograr lo anterior nos convertiría en sembradores del petróleo; y además nos liberaría de ese yugo que nos tiene disminuidos y que causa que hasta la posibilidad de un aumento en los ingresos petroleros nos produzca tristeza, al intuir que éstos sólo serán usados para humillarnos.

¡Abajo la dictadura del imperialismo petrolero! En un país petrolero no puede existir una democracia real si el ingreso petrolero se centraliza en el Estado. ¿De qué rayos hablan los que se dicen de la oposición? ¿Serán sólo representantes de los quitatetuparaponermeyo?

Una Venezuela sin un chávez, rojo, azul o del color que venga, sólo es posible si los ciudadanos tenemos las agallas de responsabilizarnos por lo que es nuestro, aprendiendo a sembrar nosotros mismos el petróleo, en la ilusionada certeza de que así cosecharán nuestros hijos y nietos un futuro mejor.

El Universal
Noticiero Digital

13 de marzo de 2008

Preguntándole a nuestros intelectuales

En la página Web de PDVSA leemos que esa empresas estima alcanzar una producción de 5 millones 847 mil barriles diarios para el año 2012 con lo cual, de quedar 80 dólares neto por barril, tendríamos que a Venezuela le podría entrar en ese año 170.7 billones de dólares por concepto de la liquidación de este recurso natural no renovable.

Tal monto representaría un ingreso anual de 6.560 dólares para cada uno de nuestros 26 millones de ciudadanos. En tal sentido permítame dirigirles a ustedes, los intelectuales de nuestro país, las siguientes dos preguntas.

¿Que tiene mayores posibilidades de traducirse en mejores resultados para el país, entregarle anualmente 6.560 dólares a cada ciudadano o solicitarle a un Estado liderado por un carlos andrés, un caldera, un luis herrera, un lusinchi, un chávez o un quien nos venga cada seis años que nos administre tales recursos?

¿Que tiene mayores posibilidades de traducirse en una democracia participativa, entregarle anualmente 6.560 dólares directamente a cada ciudadano o solicitarle a un Estado liderado por un carlos andrés, un caldera, un luis herrera, un lusinchi, un chávez o un quien nos venga cada seis años, que nos distribuya esos recursos?

Personalmente respondería tajantemente con un ¡entréguennos nuestros recursos ya!, por cuanto encuentro mil razones a favor de ello y ni uno solo en contra. No solo se me caería la cara de vergüenza al tratar de vender un populismo del tipo "yo puedo administrárselos mejor" sino igualmente estoy convencido que no hay sistema político que no se vuelva una tiranía engreída si tiene esa cantidad para distribuir, sin haberlos obtenido por concepto de impuestos cobrados a ser redistribuidos.

Por supuesto algunos podrían venirme con exquisiteces tales como referirse a la importancia de lograr una importante acumulación de fondos pero, de convencerme de ello, solo sería para sugerir entonces una lotería anual donde a cada uno de 170.700 venezolanos le entregamos un millón de dólares libres de polvo y paja… y ante nada libres de corrupción.

Por supuesto algunos podrían venirme con exquisiteces tales como que no es posible repatriar tanta riqueza sin tener la capacidad productiva que pueda absorberla sin causar inflación pero a lo cual les respondería solo con un "gracias por el dato" y guardaría mis recursos en una cuenta en el exterior como de hecho a veces hace el Estado a cuenta de nosotros.

Por supuesto siempre me habrá quien venga con argumentaciones tales como "de repartir las resultas del petróleo no tendríamos infraestructuras, educación o salud" ante los cuales no me quedaría más remedio de doblarme de risa o llanto dependiendo de quien así me lo argumente.

La pregunta que pudiese quedar en el ambiente es: Si no llegan a ser 6.560 dólares por ciudadano sino menos ¿cuándo vale la pena comenzar a repartir? y a lo cual sin duda respondería con un "¡Hoy!". Con los 580.000 barriles de petróleo que diariamente se reparten gratis en el país y que a 80 dólares por barril representan un valor de 16.936 millones de dólares, de cobrar este valor podemos repartir 80 dólares mensuales a 17,6 millones de niños y jóvenes venezolanos, con lo cual estaríamos ganando desde el primer momento, simplemente por el hecho de lograr un reparto más lógico. Entre el carro y nuestros hijos ¿cómo se nos ocurrió privilegiar el carro?

Pero así solo opino yo y de verdad quisiera saber que responderían los intelectuales de mi país, aún aquellos quienes no confiando mucho en las posibilidades de encontrarle un buen Mesías presidencial para el país les encanta tener un acceso privilegiado a los mecenas que disponen de nuestras resultas del petróleo.

El Universal
Noticiero Digital

6 de marzo de 2008

Apostando al ciudadano

Deseo ayudar a construir una nueva mayoría política en nuestro país, aquella que busca situar los recursos provenientes de la liquidación del petróleo no renovable directamente en manos del ciudadano, de una manera u otra. Hay dos razones fundamentales para ello.

La primera es que concentrar los ingresos petroleros en el gobierno, distrae su atención de lo que un gobierno debe hacer y lo convierte en sólo un distribuidor de recursos, mientras que igualmente el ciudadano, en lugar de trabajar todo el tiempo a favor de su familia y su país, cae en la trampa de buscar mendigarle favores al gobierno de turno.

La segunda razón es que sinceramente creo que 26 millones de venezolanos sabrán mejor que hacer con sus 26 millones de partecitas del ingreso petrolero de lo que un ocurrente de turno pueda inspirarse hacer él solo con todas ellas. Por lo menos, después de haber colocado el ingreso en manos de gobiernos variopintos durante 100 años y haber logrado tan poco, sería lógico y justo darle una oportunidad al ciudadano.

Creo en un Estado fuerte pequeño y eficiente, que apoya y no pisa; por lo que en ningún momento estoy predicando el debilitamiento del Estado, más bien lo contrario, al permitirle dedicarse a lo que debe y eliminarle la distracción que le representa el petróleo. En tal sentido, de llegar a ser insuficientes los ingresos del gobierno que obtiene vía sus impuestos ordinarios, cada uno de los 26 millones de venezolanos deberán asignarle al gobierno, una fracción igual de sus ingresos petroleros.

Reconozco que la tarea no será fácil, por cuanto se ha logrado impregnar la mente del venezolano con la idiotez que el darle una participación directa en la liquidación de sus activos petroleros, equivale a someterlo a un "rentismo" degenerativo donde termina emborrachado buscando poner en cinta a sus mujeres para tener más cuota partes del petróleo. Los que más discretamente expresan lo anterior, lo hacen con un "no somos suizos", sin reflexionar siquiera que mucho "menos suizos" son nuestros gobiernos.

Claro está que toda la clase política se opondrá a lo anterior… sean adecos, copeyanos, chavistas, militaristas, ya que ello le quitaría lo más sabroso para ellos de gobernar a Venezuela y los dejaría en la incómoda situación de tener que gobernar como gobiernan otros gobiernos, de países que no tienen petróleo.

Buscando despertar al venezolano interpelaría al ministro de energía y al presidente. Al primero le preguntaría: "Si en lugar de regalar el petróleo en el mercado interno se fuese a vender en su verdadero valor internacional… ¿a cuantos niños venezolanos le podríamos entregar por intermedio de sus madres un cheque mensual de 80 dólares para que tengan con qué enfrentar algunas de sus necesidades?"

Ante una respuesta del… "cercano a los diez millones de niños y jóvenes venezolanos" me dirigiría entonces al presidente con un: "¿Y qué rayos espera usted para aumentar el precio de la gasolina y entregarle esos cheques a las madres de esos muchachas y muchachos para así ayudarles a enfrentar el aumento de los precios de los productos tan necesarios para que por lo menos haya productos?".

Ahora bien, chávez, no crea que usted pueda aumentar la gasolina y quedarse con los reales. Si busca hacerlo le garantizo una explosión social peor que la del 27 de febrero de 1989… ya que en estos momentos su credibilidad no alcanza siquiera la que tenía carlos andrés.

El Universal
Noticiero Digital