20 de junio de 2002

Un vikingo guaiquerí…

... FUE LO PRIMERO QUE PENSE cuando, en el reciente foro 'Creación de Capacidad Nacional en Desarrollos Costa Afuera', coordinado por la Cámara Petrolera de Venezuela, mostraron la imagen de una plataforma de explotación de gas en aguas profundas en la zona de Paria, que desplegaba una bandera noruega y una venezolana.
Venezuela está próxima a adentrarse en el área de la producción del gas libre, por lo que todos buscan asegurar que el resto de la economía nacional logre finalmente una verdadera participación en el sector, a diferencia de la poco alcanzada con el petróleo. ¿Qué mejores baquianos que los vikingos noruegos, quienes, comenzando de cero en los setenta, hoy se tutean con quien sea en la producción de bienes y servicios para la industria del petróleo y del gas?
Si bien alentaba ver el entusiasmo de los empresarios presentes, sin embargo, me preocupa cómo podrán obtener los recursos financieros necesarios para desarrollarse y competir. De nuevo vi la plataforma NorVen y, como economista, comencé a especular sobre alternativas.
Hace unas décadas, uno de los tópicos más discutidos en finanzas versaba sobre las captaciones y los créditos 'offshore' (costa afuera), que pagaban más y cobraban menos, por no estar afectados por las regulaciones cambiarias aplicadas en tierra firme. ¿Podría desarrollarse un nuevo instrumento financiero útil en una plataforma 'offshore'? Y, de desplegar la bandera noruega y la venezolana... ¿que prima de riesgo-país se le aplicaría?
Como nadie es profeta en su tierra, si por ejemplo, un fondo de pensión noruego decidiera destinar una importante suma de sus propios recursos al financiamiento en Venezuela del gas y de sus actividades conexas... ¿no podría ese fondo llegar incluso a atraer algunos de los recursos venezolanos privados en el exterior, considerando que debido al pobre desempeño de Wall Street, probablemente han perdido en los últimos dos años algo así como el valor de toda nuestra deuda pública externa?
Siempre he cuestionado a los gobiernos, que al privatizar u otorgar licencias de explotación, reciben un gran pago inicial, porque eso sólo significa: 'pan para hoy y hambre para mañana'. No obstante, de llegar el Gobierno a recibir algún pago inicial por otorgar las concesiones de gas, lo primero que debería hacer es sembrar y constituir un fondo (500 millones de dólares) para apoyar el desarrollo de las actividades del gas y sus actividades conexas... ¡Qué iluso es Kurowski!
Una información amplia, veraz y transparente sería la mejor manera de reducir riesgos y, consecuencialmente, lograr precios más altos o créditos más largos y baratos. Es por ello que me sorprendió oír que recomendaran en el foro efectuar un mapeo sismográfico de toda la zona costera de Venezuela, por cuanto ya lo daba por hecho. Si nuestros meritócratas nos están lanzando por la vía del gas, sin haber aprovechado todos los últimos avances tecnológicos, para saber y hacer saber con antelación el gas que tenemos entre manos... no hay duda de que necesitamos de los vikingos.



19 de junio de 2002

La Apertura indispensable... de PDVSA

Nuestro petróleo es pesado y contiene mucho azufre, por lo que resulta más difícil de vender que el néctar de nuestros competidores. Gracias al Programa de Internacionalización de PDVSA, basado principalmente en la compra de una serie de refinerías especializadas, parecería que hasta la fecha hemos logrado superar ese obstáculo o por lo menos así nos lo dicen y así lo creemos. No obstante, es triste que nuestra confianza en PDVSA deba resultar de un inmenso acto de fe y no de contundentes respuestas a las preguntas y dudas que flotan en el ambiente.
Hay quienes se preguntan si nuestras refinerías verdaderamente son usadas para procesar crudos pesados, al existir información que apunta a que muchas de ellas procesan crudos livianos y que seguimos contratando con terceros la refinación de los pesados.
Aún cuando suene increíble, hay quienes sospechan, que el verdadero trasfondo de estas adquisiciones obedece a un intento de PDVSA por asegurar que ciertos flujos financieros queden fuera del alcance de las garras de su propietario. En tal sentido, hay quienes llegan a sostener que nuestros tecnócratas petroleros están tan aislados del resto del país, que prefieren que PDVSA pague impuestos al 35% en los Estados Unidos, que pagar el 66% en Venezuela, sólo porque eso le resulta menos oneroso a La Corporación.
Hay quienes piensan que de decidir PDVSA vender algunas de estas refinerías, probablemente no recuperaría su inversión, salvo que se incluya dentro del precio la garantía de un contrato de suministro de crudo a descuento. Algunos sostienen que eso fue justo lo que pasó cuando PDVSA las compró, es decir, que los precios de adquisición fueron demasiados altos, porque de antemano incluían la plusvalía que se podría derivar de una relación preferencial con PDVSA.
Siempre me he preguntado si no resultaría más efectivo vender nuestros crudos directamente en el mercado, así sea con grandes descuentos, en lugar de incurrir en los costos de ejercicios tipo Citgo, tan difíciles de controlar, más aún cuando la propia Citgo, en documentos públicos, reconoce que de todas maneras le compra petróleo a PDVSA a precios por debajo del mercado.
En 1986 declaré a la prensa que no importaba lo bueno, lo capaz y lo meritorio que fuesen los profesionales de PDVSA, si se les dejaba actuar solos y sin supervisión, tarde o temprano, pondrían la torta… eso es humano… Basta el ejemplo de ENRON.
Amigos, por meritorios que sean los meritócratas de PDVSA, siempre serán nuestros empleados, con sus propios intereses. Asimismo por buenos que sean los políticos de turno, tarde o temprano su interés se limitará a cuánto le puedan sacar a PDVSA para el gasto público, para así ganar las próximas elecciones. Es por ello que insisto en la urgencia de un Ombudsman Petrolero o una Comisión Nacional de Energía, fuerte y autónoma, que sólo responda al país civil, para que vigile nuestros intereses a largo plazo.
Señores, aprovechemos el actual despertar de la ciudadanía para exigir la verdadera apertura de
PDVSA.
Publicado en Tal Cual 19 de Junio de 2002